Así, podemos elegir como nuestra página de inicio la que más utilicemos.
Para cambiarla, primero hemos de saber la dirección de la página que queramos que se muestre al inicio, como puede ser:
Una vez conocemos la dirección, dependiendo del navegador accedemos a las opciones de configuración que varian en función del navegador:
En Internet Explorer:
Desde este mismo acceso, podemos acceder a diferentes pestañas en las que configuraremos el funcionamiento de nuestro navegador, como establecerlo como navegador predeterminado, eliminar el historial, configurar la conexión a Internet, administrar los complementos o la privacidad y la seguridad entre otras opciones.
En Firefox:
Desde aquí igualmente accedemos a otras pestañas para configurar nuestro navegador.
En Google Chrome:
Desde donde igualmente podremos configurar que se muestre o no el botón de inicio, las extensiones, el historial, los motores de búsqueda, etc.
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