Las
redes sociales se han convertido en bases de datos en las que se
recogen informaciones de carácter personal y documentos sobre las
actividades de la vida real de las personas que hacen uso de ellas.
Campos
como el estado civil y la ciudad de residencia son habituales en este
tipo de páginas y aun cuando no son obligatorios para el registro,
ponen al alcance de cualquiera datos que no hace mucho tiempo
evitabamos dar con tanta facilidad.
Nuestra
información personal, y más aún este tipo de datos sobre nuestra
vida privada, deberían estar más valorados, ya que exponerlos con
tanta facilidad podría traernos problemas.
Otro
problema adicional es la geo-localización que se ha añadido
a las redes sociales, con la que se ofrece a los usuarios la
posibilidad de mostrar en la red social el punto geográfico exacto
en el que se encuentran en cada momento gracias a la tecnología GPS
incluida en los terminales móviles como Android o IPhone.
Por
poner un ejemplo de los problemas que puede traernos esta tecnología,
imaginemos que aceptamos una solicitud de amistad de alguien que no
conocemos personalmente. Si no tenemos bien configuradas las opciones
de privacidad en nuestro perfil y somos usuarios activos de la red
social, dicho usuario podría tener acceso a todos nuestros
movimientos y saber a qué hora estamos en cada lugar. Si ese usuario
resulta ser un ladrón de casas, no le resultaría muy difícil saber
qué momentos son los idóneos para robar en nuestro hogar, o que
cuestiones tiene que manejar para hacernos caer en un fraude o
estafa.
Por
tanto, es conveniente extrmar las precauciones cuando nos movemos por
las redes sociales. Es por ello que cabe tener en cuenta algunos
consejos:
No
publicar nunca cuando nos vamos de vacaciones o de viaje, porque
dejamos constancia de que nuestra casa quedará vacía.
Piensa
antes de publicar: Haz uso del derecho a la privacidad. Valora qué
información deseas revelar y controla quién puede acceder a ella.
Controla
tu lista de contactos: Lo más común es compartir la información
entre un grupo cerrado de usuarios y no a la red en general. Valora
con quién quieres compartirla y configura las opciones de
privacidad de manera acorde. Antes de agregar a nuevas personas a la
red social, piensa que el usuario podrá ver tus datos personales y
fotos, enviarte mensajes, etc. Tómate tu tiempo para asegurar que
te ofrece confianza.
Ajusta
la configuración de seguridad a tu nivel deseado de privacidad.
Se
prudente a la hora de publicar y compartir información personal.
Especialmente información que podría utilizarse para identificar o
ubicar a un usuario fuera de Internet: dirección, teléfono, fotos
de su casa, etc.
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las cookies al cerrar el navegador.
Un
detalle importante respecto a nuestra privacidad, podemos verlo en
el apartado FOTOS de
nuestro perfil, donde saldrán las fotos que hayamos subido en
nuestro album personal, pero también aquellas que hayan subido
otras personas y en las que se me haya identificado a mi con una
etiqueta. Podemos eliminar algunas de estas etiquetas o bien
indicarle a quien haya subido la foto que la quite.
Asegúrese
de finalizar su sesión con los sitios de redes sociales cuando
usted no esté conectado. Esto reducirá la cantidad de rastreo de
sus hábitos en línea, y ayudará a evitar que personas extrañas
tengan acceso a su cuenta.
Para
acceder a la configuración de nuestra cuenta en Facebook, haremos clic en el engranaje que aparece arriba a la derecha en la barra principal de Facebook,
Desde
aquí, podemos ajustar cada apartado a nuestras preferencias haciendo
clic en "Editar". Podemos realizar una prueba de cómo nos
ven los demás en el apartado "Ver como" de vista del
contenido de la biografía:
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